Aunque no sé si es realidad o ficción, hay un cuento muy bueno sobre unas empanadas.
Un amigo me cuenta que decidió detenerse a comer en un kiosquito de comida, de esos que están a la orilla de la carretea. Como es costumbre, mi amigo preguntó por los sabores de las empanadas y pidió una para probar.
Luego del primer mordisco, mi amigo increpa al vendedor:
-Disculpe jefe pero...esta empanada está como vieja
A lo que el vendedor le responde
-¡Claro, hermano...es que son de ayer!
Y mi amigo, con cara de asombro y en tono sarcástico, le pregunta:
-¿Y entonces qué tengo que hacer para comerme una de hoy?
Y el vendedor le responde:
-¡Pues, venga mañana!
1 comentario:
Mi hermano que cuento tan bueno... de verdad te felicito por tu excelente blog, ya lo recomende a varias personas.
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